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Mostrando entradas de octubre, 2019

Monasterio de San Miguel, Lliria, 11 de abril de 1990. Último día.

Real Monasterio de San Miguel (Liria), 11 de abril de 1990 ¡Hola Jesús! Permíteme agradecerte los dones recibidos durante estos ejercicios y que hoy dirija mi carta a nuestra madre María. María, ¡cuánto te amo! Eres modelo de todas las virtudes, en ti veo la mujer creyente y fiel a su promesa. Desde Nazaret hasta Jerusalén, largo caminar de gozo, dolor y gloria, siempre junto a Él, humilde no presumes de ser la “gratia plena”, el “capricho de Dios”, la única mujer que sobresale entre los hombres y mujeres. Cuando a ti hablo mi corazón se enciende. Es como si estuviese locamente enamorado de una chica y hablase de ella. Mis ojos te ven, mis oídos te oyen, mi corazón te siente, mi boca se llena de ti y siento que tú me escuchas. Cuan grande es Dios. Se enamoró de ti, una humilde sierva, y te ofreció a su mismo Hijo. Sentiste a Jesús en tu vientre, de tus pechos se Dios se alimentó. ¡Qué delicia sería veros a los dos, madre e hijo, Virgen de Oreto! Dichosa tú que tocaste y vivi

San Miguel de Lliria. Tarde del 10 de abril de 1990.

Real Monasterio de San Miguel de Lliria, tarde del 10 de abril de 1990 Jesús: Cuan difícil es evangelizar la sociedad del siglo XX, como también lo fue para tus amigos. Ellos chocaron con un judaísmo cerrado, que no admitía la novedad del Evangelio, y un Imperio Romano cimentado en el poder omnimodo del emperador. Hoy intento evangelizar con el testimonio, con la palabra y lucho contra otro mundo cerrado, que no va más allá de sus narices, que vive ciego a tu amor y se conforma con ser agnóstico, pasar de la cruz. Jesús, lo sabes, cuando discuto con jóvenes sobre la fe me siento inútil, acosado, sin tener argumentos válidos. Les hablo del amor y me llaman sentimental, les hablo con la razón y me llaman fanático, les hablo con la fe y me llaman irracional. Para este mundo la fe es irracional, la Iglesia una multinacional. Te lo confieso, muchas veces me he sentido impotente ante ellos, he llegado a pensar si tendré yo la razón o ellos. Pero tu amor me ha salvado, sin embargo t